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7 CLAVES PARA GESTIONAR NUESTRAS EMOCIONES


El mundo emocional lo aprendemos por inmersión, metiéndonos a habitarlo y sentirlo, pero muchas veces estamos tan agitados o no le damos valor a las emociones, que nos desconectamos cuando ellas nos dan cuenta de algo relevante en nuestras vidas.

Dado que la emoción surge en el punto en que se encuentra la mente con el cuerpo, es muy importante reconocerlas, observarlas para saber gestionarlas, ya que el mundo emocional nos predispone a actuar de una determinada manera, dependiendo de lo que sentimos en un momento determinado y una acción será efectiva cuando el mundo emocional que nos acompañaba era el necesario.

La investigación ha mostrado que las emociones fuertes incluso producen cambios en la bioquímica del cuerpo. Por eso es tan importante hacer consciente nuestros patrones de pensamiento y al solo observar nuestras emociones ya estaremos tomando el mando.

Por ejemplo: si alguien te dice que no le gustó tu propuesta de trabajo tienes varias opciones de reacción. La primera es decirle al otro, tu propuesta o idea también era mala. No te pasaría nada, pero si podrías generar mala onda y perder la posibilidad de hacer cosas en el futuro . La otra reacción es quedarse con la tristeza y darle vueltas, sentirte poco suficiente y no mostrar toda tu luz o poder al mundo y no volver a hacer una propuesta de ese estilo, eso a la larga te termina enfermando y la tercera reacción sería decirnos a nosotras mismas, yo soy suficiente, me gustaba la propuesta o quizás requiere de algunos cambios, pero no tomarse las cosas a lo personal.

Los 7 pasos para gestionar nuestras emociones y sentir bienestar:

1) Conocerse: entrar en un profundo proceso de conocimiento de una misma, ver lo que

perciben los demás de uno y entender que crees tú que eres y tratar de encontrar esa verdad que muchas veces no somos capaces de ver, por nuestros juicios personales. Ser coherente con nuestra alma y proyectar esa imagen, no una pantalla.

2) Evitar el exceso de autocrítica: Aceptar el error y nuestros propios errores. Perdonarnos y

perdonar, dejar el pasado atrás. Saber relativizar fallos y errores, saber que el éxito oculta lo que el fracaso enseña. No hay fallo, solo aprendizaje, por lo tanto, creer en la gente que se levanta una y otra vez. Atreverse a embarcase en proyectos una y otra vez. Esa es la clave para avanzar y evolucionar.

3) Fijarse metas y objetivos: Sueña en grande, actúa en pequeño. No pasa nada si construyes

castillos en el aire, luego ponte tareas pequeñas para construir los pilares. Busca, dalo todo. No esperar a que llegue lo que sueñas, sal a buscarlo y si no sabes imita al mejor o acompañate por alguien que ya haya recorrido ese camino. Saca tu mejor versión hoy en el presente. No existe nada favorable para quien no sabe a dónde va, así que fíjate una meta y se flexible cuando las cosas cambien y se escapen de tu control.

4) Acepta el ritmo y agradece: Pon de tu parte para perseguir esos sueños sin exigir y pedir. Tan solo agradece y piensa y siente que eso lo tienes hoy en tu vida. Confía, no fuerces las cosas, introdúcete en el flujo de la vida y déjate llevar. Hay que encontrar el perfecto equilibrio, ni ir a paso tortuga ni forzar las cosas.

5) Trabajar la voluntad: la voluntad es la capacidad para posponer la recompensa. Se

requiere de hábitos, de hacer las cosas con recurrencia, aunque a veces no tengas ganas o energía. No vivir de gratificaciones instantáneas. Gobernar tus pasiones e impulsos, al saber decir ahora no aunque tenga ganas de comerme algo o quiera que suceda en ese momento. Una persona con voluntad llega más lejos que una con inteligencia. Se requiere de orden, constancia, voluntad, motivación y capacidad de observación.

6) Aprender a educar la atención: hoy día estamos en un mundo donde hay exceso de

información y falta de formación. Tenemos una cantidad tan alta de estímulos que no nos

permiten poner foco en algún tema. Nuestra mente está dispersa y si bien sobre todo las mujeres podemos hacer mil cosas a la vez, la pérdida de energía y productividad es mucha por nuestra falta de foco. Debemos aprender a iniciar y terminar una cosa y luego seguir con la otra.

7) Vivir el momento presente: Fijar también nuestra atención en el momento presente. Si nuestros pensamientos están en el futuro sentimos estrés, ansiedad y preocupación y la culpa, lamentaciones, resentimiento, las quejas, la tristeza, la amargura, son faltas de perdón y exceso de pasado. Ha estar presente, el ahora es todo lo que tenemos y así nos liberamos del sufrimiento.


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